Fijaros en esta foto. Alguien pensó que este árbol estaba muerto o no merecía la pena cuidarlo y lo taló, ya núnca más daría sombra, pero él decidió que aún no habia llegado su final; y como querer es poder , empezó a crecer... seguramente llegará a ser un gran árbol y dara mucha, mucha sombra y cobijo a cientos de pájaros.
A veces se presentan circunstancias y situaciones que nos hacen la vida dura y difícil; nos talan las ilusiones , nos merman las esperanzas y nos agotan física y mentalmente casi hasta decir ¡¡¡basta!!!.
Las circunstancias que se nos presentan no siempre dependen de nosotros, no siempre podemos elegirlas, pero sí nuestra actitud ante ellas: Podemos resignarnos, podemos confiar en nuestra capacidad para hacer frente a la adversidad, podemos "sacar fuerzas de flaqueza", podemos adapatarnos a la nueva realidad...
Cuando pierda todas las partidas Cuando duerma con la soledad Cuando se me cierren las salidas Y la noche no me deje en paz
Cuando sienta miedo del silencio Cuando cueste mantenerse en pie Cuando se rebelen los recuerdos Y me pongan contra la pared
Resistiré, erguido frente a todo Me volveré de hierro para endurecer la piel Y aunque los vientos de la vida soplen fuerte
Soy como el junco que se dobla, Pero siempre sigue en pie Resistiré, para seguir viviendo Soportaré los golpes y jamás me rendiré Y aunque los sueños se me rompan en pedazos
Resistiré, resistiré.
Cuando el mundo pierda toda magia Cuando mi enemigo sea yo Cuando me apuñale la nostalgia Y no reconozca ni mi voz
Cuando me amenace la locura Cuando en mi moneda salga cruz Cuando el diablo pase la factura Si alguna vez me faltas tu Resistiré... O si alguna vez me faltas tú.
Este fondo nuevo -¡el agua! mi elemento natural - me ha recordado el texto que un día encontré en un periódico y que me impactó tanto que decidí recortarlo, para saborearlo, para releerlo detenidamente cuando sintiese que la vida empezaba a ahogarme, como un salvavidas que me ayudase a comprender lo importante y lo superfluo de nuestras vidas.
Desde ese momento me hice seguidora incondicional de su autora , Ángela Becerra.
Me gustaría compartirlo con vosotros, aquellos que os acercais amablemente a estas páginas. Merece la pena.
'Lascia andare'
En italiano lleva música serena y al leerlo suena fácil, "dejarse ir", pero qué difícil resulta a veces de aplicar.
Luchar, resistir, aguantar, detenerse, controlar nuestra vida, lo que sentimos y lo que no sentimos, hacia donde vamos y hasta donde llegamos. No pasarse de la raya porque la gente habla, porque está mal visto, porque los principios heredados lo han establecido y quedaron marcados a fuego en nuestra conciencia que siempre debe estar consciente... porque ser inconsciente es sinónimo de atolondrado e irreflexivo.
¿Adónde fue a parar la inocencia del dejarse ir y fluir como río cristalino sin torcer nuestro cauce? Los condicionantes son tantos que cuesta sentir hacia donde dejarse ir y nos quedamos sin irnos, detenidos muchas veces en la nada cotidiana. Haciendo lo marcado, robotizados de obligaciones, y así nos vamos endureciendo, convirtiéndonos en roca inconmovible e inamovible.
Lascia andare es ser sin pretender parecer, es sentir en lo más hondo la vida, es un ir fluyendo escuchándonos, observándonos. Respirando nuestra esencia más íntima. Es un responsable me conozco, me respeto y me amo. Y precisamente por eso me dejo ir, me dejo ser, me lascio andare. Brotando entre cascadas, abriendo mi puerta interior, durmiendo dentro de mi cuerpo y en lo más profundo de mi alma. Sin las ataduras de los que nos quieren atar castrándonos, en un vuelo de sueños libres.
Da un paso adelante. Sigue el ritmo con el pie. Deja que la música mueva tus caderas. Un paso a la derecha, un paso a la izquierda, dos pasos atrás. Esto no es el progreso, pero a quién le importa.
Ahora mira a tu alrededor. Allí está ella, tu compañera. Deja que la música te lleve hacia ella. Ella conoce el juego.
Siguela. Imita sus movimientos, imita sus sentimientos. Busca sus ojos con los tuyos. Sumérgete en la música y déjate llevar. Lejos muy lejos, más allá y en lo más profundo.
¡Mmm! Qué bien. Abrazados sin pensar quién deberíais ser, os dejáis llevar. Y la música entra en tu corazón.
Con el paso de los años caes en la cuenta de que hubieras necesitado más tiempo para poder recrearte en muchos instantes , por los que pasaste pero no tuviste tiempo para detenerte o no supiste, en ese momento, apreciar lo importantes que eran.
A menudo tengo la sensación de que el tiempo transcurre más aprisa de lo que debiera, o tal vez mi capacidad para vivir y sentirlo todo sea más lenta, porque aún estoy "procesando" muchos instantes, algunos ya lejanos.
Los dias, los meses, los años, las décadas pasan, y sin embargo aún conservo muchas sensaciones frescas en mis sentidos, aún puedo evocar olores, tactos, emociones, sentimientos... y están ahí en mi mente, pero lejos en el tiempo.Es como si de pronto despertaras de un sueño y descubrieras que han pasado los años, sintiendote igual por dentro, pero diferente por fuera.
En otras ocasiones es la sensación de que algo ha quedado por hacer, que la "obra" no está del todo finalizada; como si después de escribir un libro se te ocurriera que tal vez deberias de haber puesto tal cosa o haber cambiado tal otra, aunque el resultado final te pueda satisfacer, pero te falta ese matiz que te dejaría más satisfecha con la obra.
A veces me gustaria volver a retomar ciertos momentos , solo para disfrutarlos de nuevo , no con el afán de cambiar cosas; sino por "saborearlos" de nuevo.
Hay etapas que tal vez por la inconsciencia del paso del tiempo, por la acumulación de las tareas cotidianas, por el afán de lo perfecto o por la carga de responsabilidades no disfrutamos todo lo que deberiamos haber disfrutado.
¡ Cómo pasa el tiempo cuando se vive !
Quiero imaginar, por otro lado, que es buena señal , porque cuando nos aburrimos las agujas del reloj parecen paradas y el tiempo se nos hace eterno, pero cuando estamos disfrutando el tiempo corre veloz.
"Ahora, todo el mundo tiene reloj y nadie tiene tiempo. Cambiad el uno por el otro: Dad vuestro reloj, y tomad vuestro tiempo" M . Serres.
Enamorarse es amar las coincidencias, y amar es enamorarse de las diferencias
(Mauricio Abadi)
Amar es darse al otro, comunicarse, desearse y compartirse desde la realidad de quiénes somos. Supone esfuerzo y mimo, confianza y una cierta incondicionalidad ante el proyecto de esa relación. Es un continuo, y casi siempre se manifiesta con vocación eterna.
Amar exige una disposición emocional, un atrevimiento , pero también supone un riesgo, el del posible fracaso de la relación, que hemos de estar dispuestos a asumir.
El amor pertenece al campo de los sentimientos, a las emociones difícilmente explicables con los argumentos de la razón.
El amor hace inexplicable al ser humano y ahí reside su grandeza: continúa siendo un misterio a pesar de los innumerables intentos por comprenderlo que el ser humano ha emprendido a lo largo de los siglos .
La construcción del amor empieza cuando puedo ver al que tengo enfrente, cuando descubro al otro. Cuando el enamoramiento pasa a ser reemplazado por el amor.
El amor nos descubre el placer de estar con el otro y nos lleva a la decisión de compartir nuestra vida con esa persona, pero hemos de tener en cuenta que eso , por si solo no es suficiente; es necesario que esa persona sea capaz de nutrirnos , de ayudarnos en nuestro crecimiento personal.
El amor es efectivamente un hecho extraordinario. Por eso es esencial que sirva para elevar nuestra vida y no para suplir una carencia.
John Lennon dijo una vez que "la vida es lo que sucede mientras estás ocupado en hacer otros planes" ¡ Cuánta verdad hay en esas palabras!
Nos pasamos gran parte de nuestra existencia restandole importancia al presente, dejando que nuestras mentes se llenen de un sinfín de cuestiones, permitiendo que los problemas pasados o las preocupaciones futuras dominen nuestros dias. Con ello solo conseguimos acabar deprimidos, ansiosos, desesperanzados y/o frustrados, perdiendonos todas las satisfacciones que nos pudiera tener reservado el presente.
Esta bien planificar futuros, crear metas, ilusionarnos con nuevas perspectivas, pero no debemos escapar del presente sustituyendolo por fantasias futuras . Como tampoco es positivo postergar las gratificaciones presentes, aparcandolas para un futuro: "Cuando me jubile hare tal..." , "Cuando tenga una pareja...", "Cuando consiga ese trabajo..." etc ; además es harto frecuente que esa dinámica mental se repita, de manera que ese "algún día" no termine por llegar, creandose así un circulo vicioso del que es difícil escapar.
Otras muchas personas se pasan toda su vida recordando pasados, convirtiendolos en el foco de sus pensamientos y anclados en un tiempo que ya no volvera.
Si nos damos cuenta el presente, el ahora, es lo único de lo que disponemos, y el aquí, el único tiempo sobre el que tenemos algún control. De hecho nadie tiene garantia de que estará aquí mañana.
Además lo que hacemos en cada instante determina a su vez , nuestra felicidad futura y la calidad de nuestros recuerdos.
No perdamos, pues, la oportunidad de vivir y valorar el momento presente, porque no podemos darnos el lujo de desperdiciar la oportunidad de ser felices , o al menos alcanzar la paz mental.
Lograr lo que nos interesa depende más de nuestra capacidad de vivir, de escrutar los problemas y canalizar nuestras emociones, que del razonamiento abstracto o de nuestra capacidad para resolver problemas matemáticos.
¡Qué difícil es alcanzar la libertad y cuánto soñamos con ella!
Somos humanos, y aún así todos tenemos lazos de seda y/o cadenas de hierro.
Unos los hemos ido anudando primorosamente, con cariño, con ternura, con esmero y no queremos desatarlos, aunque sabemos que en cierto modo nos hacen marionetas y a veces hasta tenemos que dejarnos llevar y bailar el baile que menos nos gusta, pero lo hacemos con cariño.
Otras las han anudado o encadenado sin que nos apreciaramos de ello, y solo las hemos notado cuando nos han apretado tanto que nos han hecho daño.
Algunas cadenas las hemos podido romper, lo que nos ha permitido volver a sentir la sensación de libertad, en cambio a otras nos hemos tenido que acostumbrar e incluso resignar, porque no siempre es fácil romperlas.
